No facturar según la legalidad, no ingresar el importe correcto a Hacienda, o no llevar los libros de registro obligatorios. Éstas son algunas de las causas más comunes por las que Hacienda puede sancionar al trabajador autónomo.
Una de las faltas más frecuentes que destacan es que, a la hora de presentar el modelo 130 de registro del IVA, se le olvide añadir alguna de las facturas emitidas durante dicho periodo. En estos casos, la Agencia Tributaria lo que hará será una comprobación de la declaración trimestral, teniendo en cuenta la factura que no se ha incluido, y dará un plazo al autónomo para ingresarlo. Además, aplicará una sanción que será la base del importe que no se ha ingresado añadiendo entre el 50 y el 150% en función de si es una infracción leve o muy grave. Para evitarlo, conviene llevar muy bien las cuentas.
Sanciones de hasta 200 euros
Por otro lado, si no se presenta una declaración tributaria también habrá una infracción. Dependerá del resultado de la declaración. Si sale a pagar la sanción será el importe más el porcentaje del 50% o del 150% en función de cómo considere Hacienda la infracción. Mientras que si sale a devolver cero, o es una declaración informativa, la sanción consistirá en una multa como mínimo de 200 euros. Por pronto pago se puede reducir a la mitad el importe.
Por no llevar los libros contables obligatorios en orden también hay sanciones. Los autónomos no están obligados a llevar la contabilidad ajustada al Código de Comercio. Pero sí deben anotar todos los ingresos y gastos del ejercicio con claridad y exactitud en los Libros Registro exigidos para los empresarios o profesionales. Si no se hace así Hacienda podría imponer una multa de 150 euros.
Además, por no facturar correctamente se imponen sanciones de hasta 150 euros. Para evitar todo este tipo de sanciones, se aconseja revisar bien la información de las declaraciones que se deben presentar y tener controlados los plazos.