Esta gestión financiera genera otro problema añadido: la dificultad de obtener dinero. Por su volumen de negocio y garantías, muchas de las pymes y autónomos, por su volumen de negocio, tiene enorme dificultad para conseguir recursos financieros de las entidades financieras tradicionales. O, si lo consiguen, tienen que asumir un sobrecoste importante. Esto es especialmente preocupante en el caso de la financiación a corto plazo, del circulante.
Diferentes alternativas para conseguir financiación flexible
La financiación de circulante es fundamental para conseguir que tu negocio funcione. Este tipo de financiación está relacionada con la gestión de tesorería. Y es que, aunque factures de forma recurrente, es muy normal que exista un desfase entre la gestión de tus cobros y los pagos.
El descuento de pagarés se convierte así en una opción llena de ventajas. Si lo comparamos con otra vía de financiación a corto plazo, la línea de crédito, en la mayoría de los casos es más económica y flexible. Con una línea de crédito, pagas intereses y comisiones no solo por el dinero que dispongas, incluso por el que no utilizas. A esto le añades un riesgo importante al que se enfrentan pymes y autónomos: la renovación. Son muchos los que llegan a este momento con una posición negativa, debiendo dinero al banco. El resultado es que quedan a merced de la entidad financiera, ya que si no se renueva tienen que buscar recursos financieros de forma urgente para poder pagar esa deuda.
Por el contrario, en el descuento de pagarés tienes una herramienta mucho más flexible. Es la pyme o el autónomo quien decide, si tiene necesidad de tesorería, descontar el pagaré antes de la fecha de vencimiento. Así elige el momento y el importe (número de pagarés) que descontar. Si no necesita anticipar dinero, no tiene porque asumir ningún coste.
Otra opción de financiación es el factoring, especialmente útil cuando facturamos a empresas de gran solvencia o del sector público. No olvidemos que, aunque la administración pública continúa haciendo un esfuerzo importante para acortar plazos de pago siguen siendo muy dilatados. Con el factoring descontarás de forma recurrente tu facturación sin incurrir en mayor riesgo bancario.
Y es que este punto es fundamental y ahoga a muchas pymes y autónomos. Tener un producto de financiación del banco concedido, aunque no incurras a impagos, supone una limitación importante a la hora de pedir dinero para otros proyectos. Por ejemplo, aunque su destino sea muy distinto, una línea de crédito puede impedir o conseguir peores condiciones a un préstamo para una inversión.
Por todo ello, elegir herramientas de financiación flexible de los mejores profesionales es una garantía de viabilidad y futuro de tu negocio.