El Ministerio de Hacienda trabaja ya en la letra pequeña del acuerdo fiscal que ultima con Unidos Podemos y que tiene como medida estrella un alza del IRPD para rentas altas. La propia ministra del ramo, María Jesús Montero, desveló en una entrevista a Antena 3 que la idea que barajan es crear dos nuevos tramos para rentas por encima de los 140.000 euros anuales. En concreto, según precisan fuentes de la negociación, el planteamiento del Gobierno es hacer progresiva una subida de hasta cuatro puntos del tipo marginal de IRPF, estableciendo un nuevo tramo a partir de los 140.000 euros y otro más a partir de los 300.000 euros.
Este esquema es la respuesta de Hacienda a la propuesta de Podemos, que reclamó crear tres nuevos tramos: uno para rentas de 120.000 a 150.000 euros, elevando su gravamen tres puntos hasta el 48%; otro, para las de 150.000 a 300.000 euros, al 50%; y un tercero, para rentas superiores a 300.000 euros, gravado al 52%.
Actualmente, tras la última reforma fiscal de Cristóbal Montoro, hay cinco tramos de IRPF. El más alto se sitúa a partir de los 60.000 euros. Se establece aquí un gravamen general del 45% aunque la cifra varía en función de la comunidad autónoma, llegando hasta el 48% en regiones como Andalucía o Cataluña. Con el alza que baraja el Ejecutivo, las rentas altas pasarían a pagar un 49% general, aunque la cifra media en España rondaría el 50% y los andaluces y catalanes pasarían a abonar un 52% por las rentas superiores a los 300.000 euros.
Este planteamiento restaría potencia recaudatoria a la iniciativa que el PSOE planteó en la oposición, cuando apostaba por subir de golpe los cuatro puntos para rentas de más de 150.000 euros a fin de recaudar unos 400 millones adicionales por IRPF. Subir el listón desde el que se aplicará el máximo tipo marginal suaviza la reforma reduciendo la presión sobre el pequeño colectivo al que se dirige, pues solo 91.000 personas perciben más de 150.000 euros de renta anual en España. El Gobierno, en todo caso, gravará también más las rentas del ahorro para quien cobre más de 140.000 euros, lo que elevará en más de mil millones adicionales la recaudación.
Un tipo marginal máximo del 52% sería, aun así, uno de los más añtps de la UE y la introducción de nuevos tramos equipararía a España a países vecinos más ricos. El umbral definitivo de los nuevos tramos está, en todo caso, sujeto a la negociación que mantiene abierta Hacienda con Podemos.
Montero anticipó también que busca devolver la supervisión de las sociedades de inversión de capital variable, las sicav, a la Agencia Tributaria. La idea es revertir la norma que impulsó el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en 2005, cuando colocó estas firmas bajo la lupa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El objetivo de fondo, subrayó Montero, es aumentar los controles para que estas sociedades tengan un fin productivo, y no sirvan para ocultar patrimonio o rentas al fisco, aprovechando su baja tributación, a un tipo del 1% sobre sus plusvalías.
Montero anunció también que compensará el alza fiscal del diésel con un Plan Renove en 2020, para que las rentas bajas renueven vehículos antiguos.
El nuevo impuesto digital
Horas después, Montero, reveló al Senado que el nuevo tributo sobre las firmas tecnológicas y negocios digitales en el que trabaja el Gobierno pondrá el foco en las plataformas online de transportes y alojamiento. Aludía a compañías como Airbnb, que permite a particulares alquilar una vivienda o una habitación temporalmente, o a firmas como Uber, que compite con el sector del taxi.
La nueva tasa gravará al 3% cada operación sobre la venta de datos, los ingresos por publicidad y las transacciones comerciales entre estas empresas y los particulares, cuando las compañías facturen más de 750 millones en todo el mundo y además logren tres millones en España con las actividades sujetas al tributo.
Más allá, la ministra aclaró que su reforma fiscal pasa por subir impuestos a las rentas altas, rebajar el IVA de los productos de higiene femenina del 10% al 4%, imponer una tasa las transacciones financieras, o impulsar una fiscalidad verde. Montero destacó además que bajará el tipo de Sociedades del 25% al 23% para las pymes y establecerá un tipo mínimo del 15% (18% para banca y petroleras) para evitar que las pequeñas compañías paguen más que las grandes. Además, defendió que pasen a tributar en España el 5% de los dividendos de las filiales extranjeras de empresas españolas, hoy exentos por los convenios de doble imposición.