El renting para los autonomos...
El 100% del gasto en renting se puede desgravar del IRPF o del impuesto de Sociedades.
Las grandes compañías han sostenido históricamente los balances de las firmas de renting. Más recientemente, las pymes y micropymes han entrado con fuerza en el radio de acción estas firmas. Con todo, solo el 13% de las pequeñas empresas optan por el renting, proporción que alcanza el 63% entre las grandes, según datos del Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO). “Uno de los retos con los que se encuentra el renting es acercarse al pequeño empresario. Los grandes ya entienden perfectamente las ventajas económicas, fiscales y financieras de externalizar”, apuntan desde Arval.
Uno de los efectos colaterales de la depresión económica que ha azotado el país en los últimos años ha sido la proliferación de autónomos en todos los sectores. Cada vez más compañías deciden contratar a las personas por proyectos. Al colectivo de trabajadores por cuenta propia, tradicionalmente asociado a oficios muy concretos (fontanero, arquitecto, diseñador gráfico, pequeño comercio, etcétera), se le ha añadido así abogados, periodistas, consultores, traders... La lista es larga.
Todos ellos, como trabajadores autónomos que son, pagan sus propias cotizaciones a la Seguridad Social, a menudo facturan IVA y en todos los casos pueden desgravarse gastos asociados al desempeño de su trabajo. De ahí que la opción del renting, que cuenta como gasto, pueda salirles a cuenta.
¿Cuándo merece la pena apostar por esta fórmula? Por lo pronto, los autónomos pueden deducirse la cuota de renting al 100%, excluyendo el IVA, en el impuesto de sociedades o en el IRPF. En cuanto al IVA, también puede deducirse, aunque los asesores fiscales recomiendan que si se trata de un utilitario (y no de una furgoneta, cuyo uso es eminentemente laboral) conviene descontarse solo el 50%, ya que ante una inspección costaría demostrar que el coche no se usa también para fines privados.
Muchas compañías han desarrollado productos especialmente dirigidos a las pymes. Alphabet, por ejemplo, ofrece un Renault Clio por 234 euros mensuales (IVA aparte). El programa de pymes de Leaseplan (Leaseplan Go) cuenta con turismos por unos 300 euros al mes. ALD Automotive oferta un Fiat Doblo por 248 euros. Son cantidades asumibles por muchos bolsillos, teniendo en cuenta que el precio incluye seguro, matriculación, impuestos, mantenimiento preventivo y reparaciones mecánicas.
“El renting está diseñado para cualquier tipo de empresa, sea de 10 o de un solo trabajador”, aseguran desde Alphabet. “Las ventajas son las mismas en todos los casos. En primer lugar, ofrecemos ahorro, porque como compramos muchos vehículos al año podemos ofrecer buenos precios. En segundo lugar, aportamos control sobre los gastos, ya que nuestros servicios se incluyen en unos precios fijos al mes. Y en tercer lugar, la inversión en renting se puede deducir del IVA y el IRPF”, resume.
“Cuando hablamos de renting solemos pensar en coches de alta gama. Eso es un error. La gran mayoría de coches que se contratan son para comerciales”, destaca David Henche, director de Marketing de Leaseplan
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